Atlassian compra Trello

Me despierto la semana pasada con toda la tranquilidad del mundo, pensando que el año ha empezado de una forma muy positiva y me comentan que Atlassian ha comprado Trello, la aplicación de tableros Kanban. En seguida recomiendo a la persona que me lo dice que haga planes para buscar otra solución. ¿Tan grave es la cosa?

Atlassian compra Trello. El anuncio por parte de Michael Pryor, CEO de Trello, se ha visto salpicado de inmediato por cientos de comentarios negativos de usuarios horrorizados por la decisión. Muchos le recriminan pensar en sus millones y no en las consecuencias para la gente que usa Trello, mientras que otros recuerdan con estoicismo que las empresas se crean, precisamente, para ganar dinero y que el espíritu de las StartUps tecnológicas es, ni más ni menos, dar el pelotazo y vivir de las rentas el resto de tu vida.

Pero esa reflexión no me impide al mismo tiempo valorar el impacto para los usuarios. Si Atlassian cambia de forma drástica las condiciones de uso, puedes encontrarte de un día para otro con que no puedes acceder a tu información, que es uno de los mayores riesgos de esta nueva «economía de servicios en la nube».

Uno de los aspectos en los que más énfasis hago en las consultorías y cursos es en la continuidad de negocio; es decir, en la posibilidad de que puedas seguir con tu actividad en caso de un fallo de software, que el proveedor quiebre o que el desarrollador desaparezca. La desaparición de una herramienta concreta por una dependencia mal entendida, puede tener consecuencias catastróficas, pero también puede ser una oportunidad de renovarte o ver cómo llevas las opciones de continuidad. Pongamos un ejemplo sencillo.

A principios de 2013 Google decidió matar Reader, su agregador de canales RSS, con un preaviso de pocas semanas. De la noche a la mañana, la red se inundó de expresiones de pánico de todos los usuarios que no veían qué hacer si Google desconectaba el servicio. Apareció hasta una petición en change.org que llegó a tener más de 150.000 firmas para que dieran marcha atrás.

Yo fui uno de los afectados y tengo que decir que Reader era un lector muy cómodo de usar, que permitía centralizar la lectura de un bastantes canales de información de manera concisa y ágil. Pero de la noche a la mañana el mundo se volvió del revés, porque en pocas semanas no podría seguir usándolo. Todos los hábitos y procesos de trabajo creados en torno a esta aplicación se iban al traste. ¿Qué podía hacer?

Casi al mismo tiempo surgieron opciones por parte de Digg, Pulse o Flipboard, que se ofrecieron como una alternativa fiable. Pero el gran beneficiado de esta situación fue Feedly, que de ser una aplicación curiosa pasó a ser uno de los lectores de noticias más usados en todas las plataformas. En mi caso opté por Feedly por una cuestión muy sencilla: era capaz de importar la copia de seguridad con todos los canales RSS a los que estaba suscrito.

La lección es: no uses nada sobre lo que no tengas claro cómo exportar la información a un formato abierto, que a su vez puedas importar de nuevo en otro sitio. Esta fue una de las principales razones por las que dejé de usar tan a menudo Confluence, el wiki de Atlassian. Hay que reconocer que es estupendo, pero también que es una herramienta vertical incompatible con todo lo demás. Como mucho, podemos exportar los espacios de contenido a un PDF, lo que quiere decir que el trabajo de meses y años sólo puede exportarse a un fichero binario de texto estático de 30, 100 o 400 páginas, imposible de importar de nuevo en otro sitio. Gracias, pero no, MediaWiki tiene más opciones y es gratuito.

De igual forma que pasó con Reader, los competidores de Trello han corrido a ofrecer opciones a sus clientes para migrar sus cuentas a un entorno distinto. ¿Hay razones para pensar que Trello va a caer? De hoy para mañana, no, pero lo normal es que Atlassian se funda Trello de mala manera, como ha hecho con otros productos en el pasado. Por ejemplo, HipChat parece que tiene muchos usuarios, pero en realidad se ha convertido en una aplicación vertical dentro del ecosistema de Atlassian que NI DE LEJOS puede competir con otras opciones de mensajería.

Personalmente, me huele a que Atlassian quiere hacer algo para resolver sus problemas con JIRA. JIRA es un sistema de gestión de proyectos que en los últimos años ha hecho lo que ha podido para integrar la dinámica ágil en su funcionamiento, pero sigue siendo un monstruo sobredimensionado, difícil de administrar y con cientos de detalles en cada pantalla. Trello, por su parte, es todo lo contrario: ligero, sencillo y directo, con muy pocos campos y un flujo de trabajo muy fácil de seguir.

En cualquier caso, la persona que me comentó la noticia, y con esto cierro la reflexión, me llamaba la atención sobre la barbaridad de datos que puede llegar a haber en una cuenta de Trello y lo grave que sería perderlo. Precisamente por esa razón el aviso de compra por parte de Atlassian es una buena excusa para poner a prueba tus opciones de continuidad. ¿Podrías seguir trabajando el mes que viene si cambian las condiciones de servicio, lo bloquean o cierran? Si la respuesta es no, por mucho que te cueste (y a mi me gusta bastante Trello) es hora de empezar a buscar otras alternativas. Hoy es una molestia. Mañana puede ser una tragedia.